martes, 14 de abril de 2009

EL MIEDO

En la Universidad de Tokio, Japón, manipularon ratones genéticamente consiguiendo que no tuvieran miedo a los gatos, sus naturales depredadores, miedo que les salva de ser atacados y comidos por los mininos.

Con éste resultado en la investigación, se demuestra que el miedo no proviene de la experiencia, sino que es genético.

Mi opinión en este tema es que el miedo sí que es genético como demuestra éste experimento, pero que también se puede desarrollar con la experiencia. Por ejemplo el miedo a volar, en mi entorno hay mucha gente que siempre ha volado, y varias veces al año, y ahora tienen miedo a volar. Algunos tienen un miedo controlable, terminan cogiendo el avión, y otros han tenido que salirse de él por ataque de ansiedad.

Otros casos en mi entorno, el de una persona que conducía bastante bien, no sólo tiene el carnét B si no que también se había sacado el C; se atrevía con todo: nieve, hielo, viento... Pues desde que tuvo un golpe por culpa de una placa de hielo, ahora le cuesta conducir, y cuando lo hace lo pasa mal, suda y va excesivamente despacio, siendo sin quererlo un peligro.

También creo que el miedo se “aprende” o se inculca. El padre o la madre que agarra o aparta a su hij@ cada vez que se cruzan con un perro, le está infundando miedo. O ya más antiguamente, los “temerosos de Dios”: “Si no vas a misa Dios te castiga”, “si no rezas todas las noches Dios te castiga”. Y luego están las supersticiones, creencias que te hacen tener miedo al cruzarte con un gato negro, o al pasar por debajo de una escalera...

Así que mi conclusión con respecto al miedo es como aquella duda filosófica: ¿El hombre nace o se hace?, yo creo que ambas.

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